¿Qué se hace con la ropa usada?

Cuando por fin nos decidimos a deshacernos de esas prendas que solo estaban ocupando espacio en nuestro armario, ¿sabemos qué ocurre luego con ellas?

Es posible que pensemos que, al lanzar un pantalón al contenedor de ropa, estemos haciendo una especie de donativo caritativo que, sin que sepamos muy bien cómo, va a terminar en las manos de otra persona en un país con menos riqueza.

La ropa es un residuo, igual que el plástico o el papel.

Esta idea de caridad es lo primero que debemos desterrar de nuestra mente. ¿Por qué no pensamos lo mismo de la botella de vidrio que también lanzamos a su contenedor? ¿Por qué tenemos claro que no va a ser enviada al Congo y rellenada allí por otra persona?

La moda genera residuos. Muchísimos residuos. Es lo primero que, cada vez más, estamos entendiendo como sociedad. Son residuos textiles y como tal hay que entenderlos, igual que entendemos los residuos plásticos desde hace muchos años.

Una vez somos conscientes de ésto, entenderemos la magnitud del problema, fruto del modelo de producción y consumo llamado fast fashion.

Este modelo alimenta la idea de usar y tirar, así que no nos debe extrañar que en los últimos veinte años el consumo de ropa haya aumentado un 400%. Con la digitalización, además, la facilidad de acceso a comprar cualquier tipo de prenda ha aumentado de forma inimaginable, ya que llevar un móvil es llevar encima centenares de escaparates abiertos 24/7.

Si decides deshacerte de una camisa, ¿qué pasa con ella?

De vez en cuando, decides meter en una bolsa prendas de ropa que ya no quieres. Tal vez por coincida con un cambio de temporada o tal vez sea porque sencillamente necesitas hacer hueco a ropa nueva. No tiene sentido acumular en casa algo que no vamos a usar o que directamente no está ya en buen estado.

Si tienes constancia de tener algún contenedor de ropa cercano, es posible que decidas echarla allí. Una vez allí depositada, ¿cuál es la gestión de estos residuos textiles?

  1. Recogida

El primer paso está claro. Un camión o furgoneta pasa a recoger el contenido. La recogida y vaciado de los contenedores se efectúa con la periodicidad necesaria para evitar su colmatación. 

  1. Valoración en planta 

Se inicia el proceso de valoración y clasificación de la prenda para determinar el estado en el que se encuentra para destinarla a reutilización o a reciclaje o a eliminación, según marca la Directiva Europea de la Jerarquía de Residuos (tal vez añadir enlace a la directiva).

  1. Reutilización

Las piezas que pueden ser reutilizadas son acondicionadas para alargar su ciclo de vida y comercializarlas en tiendas o a través de la exportación.

  1. Reciclaje

Las piezas no reutilizables se reciclan según el estado de la prenda a través de procesos mecánicos o químicos. Por ejemplo, la producción de trapos para la limpieza industrial es una solución muy asentada en este proceso.

  1. Recuperación de fibra

Las prendas de calidad más bajas se usan para la obtención de hilados para mantas, la producción de borras mLas prendas de calidad más bajas se usan para la obtención de hilados para mantas, la producción de borras multicolores para rellenos o aislantes. También el triturado y desfibrado de textiles sirve para mezclarlos con fibras vírgenes para la producción de hilos con un porcentaje de reciclado.

  1. Eliminación de lo inservible

Finalmente, todo aquello que no sea reciclable será destinado a su valorización energética o a eliminación en depósitos controlados de residuos.

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